Bienvenido a nuestro sitio dedicado a explorar los diferentes versículos y enseñanzas de la Biblia sobre Lavado de pies. Este es uno de los muchos mensajes bíblicos que desempeñan un papel importante en nuestras vidas.
Aquí encontrarás una colección de versículos bíblicos y pasajes relacionados que abordan directamente el tema de Lavado de pies, así como una variedad de textos asociados que profundizan en las diversas complejidades y matices de este tema.
Esperamos que encuentres la información aquí valiosa e inspiradora. Ahora, adentrémonos en los versículos de la Biblia para aprender más.
“ANTES de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasase de este mundo al Padre, como había amado á los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el fin”
— Juan 13:1
“Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: vosotros limpios estáis, aunque no todos”
— Juan 13:10
“Vuelto á la mujer, dijo á Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, los ha limpiado con los cabellos”
— Lucas 7:44
“Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo”
— Juan 13:8

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para que nos perdone nuestros pecados, nos limpie de toda maldad”
— 1 Juan 1:9

“Respondió Jesús, díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después”
— Juan 13:7

“Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra”
— Efesios 5:26
“Así que, después que les hubo lavado los pies, tomado su ropa, volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho?”
— Juan 13:12

“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”
— Juan 13:15
“Pues si yo, el Señor el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros”
— Juan 13:14

“Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra”
— 1 Timoteo 5:10

“Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Mateo 20:28
“Hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía ser el mayor”
— Lucas 22:24
“Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado al Dídimo, Natanael, el que era de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, otros dos de sus discípulos”
— Juan 21:2

“Lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, lavados los cuerpos con agua limpia”
— Hebreos 10:22
“Metiéndolos en su casa, dió de comer á sus asnos; ellos se lavaron los pies, comieron bebieron”
— Jueces 19:21

“Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta á la mesa, ó el que sirve? ¿No es el que se sienta á la mesa? yo soy entre vosotros como el que sirve”
— Lucas 22:27
“(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, limpió sus pies con sus cabellos)”
— Juan 11:2
“Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que la palabra de Dios les ha sido confiada”
— Romanos 3:2
“Dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo os hospedéis, lavaréis vuestros pies: por la mañana os levantaréis, seguiréis vuestro camino. ellos respondieron: No, que en la plaza nos quedaremos esta noche”
— Génesis 19:2

“Hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida”
— Juan 8:12

“Porque ninguna cosa es imposible para Dios”
— Lucas 1:37

“De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el apóstol es mayor que el que le envió”
— Juan 13:16

“Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis vestidos”
— Gálatas 3:27

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Después dijo David á Uría: Desciende á tu casa, lava tus pies. saliendo Uría de casa del rey, vino tras de él comida real”
— 2 Samuel 11:8
“Heme desnudado mi ropa; ¿cómo la tengo de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los tengo de ensuciar?”
— Cantares 5:3
“El siervo de un centurión, al cual tenía él en estima, estaba enfermo á punto de morir”
— Lucas 7:2

“De otra manera cesarían de ofrecerse; porque los que tributan este culto, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado”
— Hebreos 10:2

“Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad, destrucción quebrantamiento en sus caminos”
— Isaías 59:7

“Este vino á Jesús de noche, díjole: Rabbí, sabemos que has venido de Dios por maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no fuere Dios con él”
— Juan 3:2

“Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar”
— Salmos 41:9

“Jesús le dice: Yo soy el camino, la verdad, la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal”
— Proverbios 6:18
“Simón el Cananita Judas Iscariote, que también le entregó”
— Mateo 10:4
“He aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, como entendió que estaba á la mesa en casa de aquel Fariseo, trajo un alabastro de ungüento”
— Lucas 7:37

“Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sión: Tu Dios reina”
— Isaías 52:7

“Esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios”
— 1 Corintios 6:11

“La cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase”
— Juan 13:2

“No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, de la renovación del Espíritu Santo”
— Tito 3:5
“Hiciéronle allí una cena Marta servía, Lázaro era uno de los que estaban sentados á la mesa juntamente con él”
— Juan 12:2

“Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad”
— Juan 17:17
“Les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros á su mies”
— Lucas 10:2
“Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, ungió los pies de Jesús, limpió sus pies con sus cabellos: la casa se llenó del olor del ungüento”
— Juan 12:3
“Por la mañana volvió al templo, todo el pueblo vino á él: sentado él, los enseñaba”
— Juan 8:2
“No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; á nadie saludéis en el camino”
— Lucas 10:4

“Aquel Verbo fué hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14

“Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, me hará andar sobre mis alturas”
— Habacuc 3:19

“Lámpara es á mis pies tu palabra, lumbrera á mi camino”
— Salmos 119:105
“Metió aquel varón á aquellos hombres en casa de José: dióles agua, lavaron sus pies: dió de comer á sus asnos”
— Génesis 43:24
“Vosotros me llamáis, Maestro, , Señor: decís bien; porque lo soy”
— Juan 13:13

“Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado”
— Juan 15:3

“Respondió Jesús, díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios”
— Juan 3:3
“Entonces el hombre vino á casa, Labán desató los camellos; dióles paja forraje, agua para lavar los piés de él, los piés de los hombres que con él venían”
— Génesis 24:32

“Calzados los pies con el apresto del evangelio de paz”
— Efesios 6:15
“Como vió Jesús á la madre, al discípulo que él amaba, que estaba presente, dice á su madre: Mujer, he ahí tu hijo”
— Juan 19:26
“Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra”
— Lucas 10:39
“No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar”
— Juan 13:18
“Llegaron á él muchas gentes, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, otros muchos enfermos: los echaron á los pies de Jesús, los sanó”
— Mateo 15:30

“Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate, lava tus pecados, invocando su nombre”
— Hechos 22:16
“Porque sabía quién le había de entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos”
— Juan 13:11
“Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis”
— Juan 13:17
“Luego puso agua en un lebrillo, comenzó á lavar los pies de los discípulos, á limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido”
— Juan 13:5
“Entonces vino á Simón Pedro; Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies?”
— Juan 13:6
“Ella se levantó, é inclinó su rostro á tierra, diciendo: He aquí tu sierva, para que sea sierva que lave los pies de los siervos de mi señor”
— 1 Samuel 25:41
“Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, mas aun las manos la cabeza”
— Juan 13:9
“Levántase de la cena, quítase su ropa, tomando una toalla, ciñóse”
— Juan 13:4
“Sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, que había salido de Dios, á Dios iba”
— Juan 13:3

“Que se traiga ahora un poco de agua, lavad vuestros pies; recostaos debajo de un árbol”
— Génesis 18:4

“LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto; la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo”
— Apocalipsis 1:1