Bienvenido a nuestro sitio dedicado a explorar los diferentes versículos y enseñanzas de la Biblia sobre Pies Hermosos. Este es uno de los muchos mensajes bíblicos que desempeñan un papel importante en nuestras vidas.
Aquí encontrarás una colección de versículos bíblicos y pasajes relacionados que abordan directamente el tema de Pies Hermosos, así como una variedad de textos asociados que profundizan en las diversas complejidades y matices de este tema.
Esperamos que encuentres la información aquí valiosa e inspiradora. Ahora, adentrémonos en los versículos de la Biblia para aprender más.
“¿cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes”
— Romanos 10:15
“Examina la senda de tus pies, todos tus caminos sean ordenados”
— Proverbios 4:26
“Lámpara es á mis pies tu palabra, lumbrera á mi camino”
— Salmos 119:105
“Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salud, del que dice á Sión: Tu Dios reina”
— Isaías 52:7
“Calzados los pies con el apresto del evangelio de paz”
— Efesios 6:15
“He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que pregona la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos: porque nunca más pasará por ti el malvado; pereció del todo”
— Nahúm 1:15
“Pues si yo, el Señor el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros”
— Juan 13:14
“Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, me hará andar sobre mis alturas”
— Habacuc 3:19
“Haced derechos pasos á vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino, antes sea sanado”
— Hebreos 12:13
“Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose á los pies de Jesús, oía su palabra”
— Lucas 10:39
“LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto; la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo”
— Apocalipsis 1:1
“Salmo de David. JEHOVA dijo á mi Señor: Siéntate á mi diestra, En tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies”
— Salmos 110:1
“No me encerraste en mano del enemigo; Hiciste estar mis pies en anchura”
— Salmos 31:8
“Cuando él se acostare, repara tú el lugar donde él se acostará, é irás, descubrirás los pies, te acostarás allí; él te dirá lo que hayas de hacer”
— Rut 3:4
“Sustenta mis pasos en tus caminos, Porque mis pies no resbalen”
— Salmos 17:5
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, se entregó á sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Así que, después que les hubo lavado los pies, tomado su ropa, volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho?”
— Juan 13:12
“Vosotros sois la sal de la tierra: si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera hollada de los hombres”
— Mateo 5:13
“Cuando hubieron sacado estos reyes á Josué, llamó Josué á todos los varones de Israel, dijo á los principales de la gente de guerra que habían venido con él: Llegad poned vuestros pies sobre los pescuezos de aquestos reyes. ellos se llegaron, pusieron sus pies sobre los pescuezos de ellos”
— Josué 10:24
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano”
— 1 Corintios 15:58
“Sus pies son ligeros á derramar sangre”
— Romanos 3:15
“Quien pone mis pies como pies de ciervas, hízome estar sobre mis alturas”
— Salmos 18:33
“Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á los afligidos; si ha seguido toda buena obra”
— 1 Timoteo 5:10
“Ellos entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron á Iconio”
— Hechos 13:51
“Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey”
— Mateo 5:35
“HERMANOS, ciertamente la voluntad de mi corazón mi oración á Dios sobre Israel, es para salud”
— Romanos 10:1
“Á todas las gentes conviene que el evangelio sea predicado antes”
— Marcos 13:10
“Hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida”
— Juan 8:12
“¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique?”
— Romanos 10:14
“Que se predicase en su nombre el arrepentimiento la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem”
— Lucas 24:47
“Crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón hembra los crió”
— Génesis 1:27
“No venga contra mí pie de soberbia; mano de impíos no me mueva”
— Salmos 36:11
“Ensanchaste mis pasos debajo de mí, no titubearon mis rodillas”
— Salmos 18:36
“Dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo os hospedéis, lavaréis vuestros pies: por la mañana os levantaréis, seguiréis vuestro camino. ellos respondieron: No, que en la plaza nos quedaremos esta noche”
— Génesis 19:2
“Brota el torrente de junto al morador, Aguas que el pie había olvidado: Sécanse luego, vanse del hombre”
— Job 28:4
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
— Romanos 10:13
“Mirad mis manos mis pies, que yo mismo soy: palpad, ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”
— Lucas 24:39
“A fin de conocerle, la virtud de su resurrección, la participación de sus padecimientos, en conformidad á su muerte”
— Filipenses 3:10
“Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen, andan cuellierguidas los ojos descompuestos; cuando andan van danzando, haciendo son con los pies”
— Isaías 3:16
“Entraremos en sus tiendas; Encorvarnos hemos al estrado de sus pies”
— Salmos 132:7
“Cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa ó ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies”
— Mateo 10:14
“No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni tampoco se han apartado nuestros pasos de tus caminos”
— Salmos 44:18
“Sometió todas las cosas debajo de sus pies, diólo por cabeza sobre todas las cosas á la iglesia”
— Efesios 1:22
“Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo”
— Juan 13:8
“Les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura”
— Marcos 16:15
“EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado á predicar buenas nuevas á los abatidos, á vendar á los quebrantados de corazón, á publicar libertad á los cautivos, á los presos abertura de la cárcel”
— Isaías 61:1
“La cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase”
— Juan 13:2
“He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. ellas se llegaron abrazaron sus pies, le adoraron”
— Mateo 28:9
“Alcen la voz el desierto sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar: canten los moradores de la Piedra, desde la cumbre de los montes den voces de júbilo”
— Isaías 42:11
“Que se traiga ahora un poco de agua, lavad vuestros pies; recostaos debajo de un árbol”
— Génesis 18:4
“Respondió Jesús, díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después”
— Juan 13:7
“Porque no me avergüenzo del evangelio: porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree; al Judío primeramente también al Griego”
— Romanos 1:16
“Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío”
— Juan 20:21
“Pones además mis pies en el cepo, guardas todos mis caminos, Imprimiéndolo á las raíces de mis pies”
— Job 13:27
“Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios: ata tu bonete sobre ti, pon tus zapatos en tus pies, no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres”
— Ezequiel 24:17
“Ella se levantó, é inclinó su rostro á tierra, diciendo: He aquí tu sierva, para que sea sierva que lave los pies de los siervos de mi señor”
— 1 Samuel 25:41
“No halló la paloma donde sentar la planta de su pie, volvióse á él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca”
— Génesis 8:9
“Porque la palabra de Dios es viva eficaz, más penetrante que toda espada de dos filos: que alcanza hasta partir el alma, aun el espíritu, las coyunturas tuétanos, discierne los pensamientos las intenciones del corazón”
— Hebreos 4:12
“Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalem; levántala, no temas; di á las ciudades de Judá: Veis aquí el Dios vuestro”
— Isaías 40:9
“Envió palabra Dios á los hijos de Israel, anunciando la paz por Jesucristo; éste es el Señor de todos”
— Hechos 10:36
“Yo fuí en el Espíritu en el día del Señor, oí detrás de mí una gran voz como de trompeta”
— Apocalipsis 1:10
“Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”
— Lucas 2:10
“Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas”
— Gálatas 3:10
“Gloria en las alturas á Dios, en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”
— Lucas 2:14
“Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, no á los hombres”
— Colosenses 3:23
“Para dar luz á los que habitan en tinieblas en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz”
— Lucas 1:79
“Dijo: No te llegues acá: quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”
— Éxodo 3:5
“Porque sus pies correrán al mal, irán presurosos á derramar sangre”
— Proverbios 1:16
“Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies”
— Salmos 8:6
“Así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, vuestro bordón en vuestra mano; lo comeréis apresuradamente: es la Pascua de Jehová”
— Éxodo 12:11
“Fpicuando yo le vi, caí como muerto á sus pies. él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas: yo soy el primero el último”
— Apocalipsis 1:17
“Jesús le dice: Yo soy el camino, la verdad, la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Llegaron á él muchas gentes, que tenían consigo cojos, ciegos, mudos, mancos, otros muchos enfermos: los echaron á los pies de Jesús, los sanó”
— Mateo 15:30
“CUAN hermosos son tus pies en los calzados, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro”
— Cantares 7:1
“El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su fuerza”
— 1 Samuel 2:9
“Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas”
— Efesios 2:10
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad”
— Filipenses 4:8
“Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad, destrucción quebrantamiento en sus caminos”
— Isaías 59:7
“Porque has librado mi vida de la muerte, mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven”
— Salmos 56:13
“Los pies de ellos eran derechos, la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; centelleaban á manera de bronce muy bruñido”
— Ezequiel 1:7
“Porque ninguna cosa es imposible para Dios”
— Lucas 1:37
“Hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, enderezó mis pasos”
— Salmos 40:2
“El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal”
— Proverbios 6:18
“El Dios de paz quebrantará presto á Satanás debajo de vuestros pies. la gracia del Señor nuestro Jesucristo sea con vosotros”
— Romanos 16:20
“Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”
— 1 Juan 1:7