65+Versículos de la Biblia Transfusión de sangre

“Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado, de sangre”

— Hechos 15:20

“Porque la vida de la carne en la sangre está: yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona”

— Levítico 17:11

“Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”

— Génesis 9:4

“Porque el alma de toda carne, su vida, está en su sangre: por tanto he dicho á los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado”

— Levítico 17:14

“LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto; la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo”

— Apocalipsis 1:1

“Que os abstengáis de cosas sacrificadas á ídolos, de sangre, de ahogado, de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien”

— Hechos 15:29

“De Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre”

— Apocalipsis 1:5

“Estatuto perpetuo por vuestras edades; en todas vuestras moradas, ningún sebo ni ninguna sangre comeréis”

— Levítico 3:17

“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta”

— Hebreos 13:12

“Yo pasé junto á ti, te vi sucia en tus sangres, díjete: En tus sangres, vive; vive, díjete, en tus sangres”

— Ezequiel 16:6

“Casi todo es purificado según la ley con sangre; sin derramamiento de sangre no se hace remisión”

— Hebreos 9:22

“Nunca más sacrificarán sus sacrificios á los demonios, tras de los cuales han fornicado: tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades”

— Levítico 17:7

“Este es Jesucristo, que vino por agua sangre: no por agua solamente, sino por agua sangre. el Espíritu es el que da testimonio: porque el Espírtiu es la verdad”

— 1 Juan 5:6

“En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia”

— Efesios 1:7

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

— Juan 3:16

“Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, que á sangre te diputaré, sangre te perseguirá: pues la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá”

— Ezequiel 35:6

“Asimismo también el vaso, después que hubo cenado, diciendo: Este vaso es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”

— Lucas 22:20

“Por tanto mirad por vosotros por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre”

— Hechos 20:28

“No te inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros sobre los cuartos, á los que me aborrecen”

— Éxodo 20:5

“El sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová, á la puerta del tabernáculo del testimonio, quemará el sebo en olor de suavidad á Jehová”

— Levítico 17:6

“Por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos”

— Colosenses 1:20

“Del extranjero demandarás el reintegro: mas lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano”

— Deuteronomio 15:3

“Respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, sobre nuestros hijos”

— Mateo 27:25

“No haréis así á Jehová vuestro Dios”

— Deuteronomio 12:4

“Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos”

— Mateo 5:3

“Solamente que no comas su sangre: sobre la tierra la derramarás como agua”

— Deuteronomio 15:23

“Por tanto, diles: Así dicho el Señor Jehová: ¿Con sangre comeréis, á vuestros ídolos alzaréis vuestros ojos, sangre derramaréis, poseeréis vosotros la tierra?”

— Ezequiel 33:25

“Ninguna cosa mortecina comeréis: al extranjero que está en tus poblaciones la darás, él la comerá: ó véndela al extranjero; porque tú eres pueblo santo á Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre”

— Deuteronomio 14:21

“Con todo, podrás matar comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición de Jehová tu Dios que él te habrá dado: el inmundo el limpio la comerá, como la de corzo ó de ciervo”

— Deuteronomio 12:15

“No comeréis cosa alguna con sangre. No seréis agoreros, ni adivinaréis”

— Levítico 19:26

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros”

— Juan 6:53

“Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”

— Romanos 3:25

“Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí desde la tierra”

— Génesis 4:10

“Respondió Jesús, díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios”

— Juan 3:3

“Destruiréis enteramente todos los lugares donde las gentes que vosotros heredareis sirvieron á sus dioses, sobre los montes altos, sobre los collados, debajo de todo árbol espeso”

— Deuteronomio 12:2

“Habla á Aarón á sus hijos, á todos los hijos de Israel, diles: Esto es lo que ha mandado Jehová, diciendo”

— Levítico 17:2

“Cualquiera persona que comiere alguna sangre, la tal persona será cortada de sus pueblos”

— Levítico 7:27

“Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden á ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz”

— Efesios 2:15

“Entonces pareció bien á los apóstoles á los ancianos, con toda la iglesia, elegir varones de ellos, enviarlos á Antioquía con Pablo Bernabé: á Judas que tenía por sobrenombre Barsabas, á Silas, varones principales entre los hermanos”

— Hechos 15:22

“Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha sin contaminación”

— 1 Pedro 1:19

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; el principado sobre su hombro: llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”

— Isaías 9:6

“No por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo obtenido eterna redención”

— Hebreos 9:12

“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?”

— Hebreos 9:14

“Además, ninguna sangre comeréis en todas vuestras habitaciones, así de aves como de bestias”

— Levítico 7:26

“Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten á Dios, no han de ser inquietados”

— Hechos 15:19

“Que ha parecido bien al Espíritu Santo, á nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”

— Hechos 15:28

“El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque á imagen de Dios es hecho el hombre”

— Génesis 9:6

“Cualquiera persona que comiere cosa mortecina ó despedazada por fiera, así de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos á sí mismo se lavará con agua, será inmundo hasta la tarde; se limpiará”

— Levítico 17:15

“Entonces toda la multitud calló, oyeron á Bernabé á Pablo, que contaban cuán grandes maravillas señales Dios había hecho por ellos entre los Gentiles”

— Hechos 15:12

“Cualquier varón de la casa de Israel, ó de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, le cortaré de entre su pueblo”

— Levítico 17:10

“La sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; veré la sangre, pasaré de vosotros, no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto”

— Éxodo 12:13

“Empero cuanto á los que de los Gentiles han creído, nosotros hemos escrito haberse acordado que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo que fue sacrificado á los ídolos, de sangre, de ahogado, de fornicación”

— Hechos 21:25

“Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre, la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está á la puerta del tabernáculo del testimonio”

— Levítico 1:5

“Cualquier varón de los hijos de Israel, ó de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal ó de ave que sea de comer, derramará su sangre cubrirála con tierra”

— Levítico 17:13

“Cualquier varón de la casa de Israel que degollare buey, ó cordero, ó cabra, en el real, ó fuera del real”

— Levítico 17:3

“Derribaréis sus altares, quebraréis sus imágenes, sus bosques consumiréis con fuego: destruiréis las esculturas de sus dioses, extirparéis el nombre de ellas de aquel lugar”

— Deuteronomio 12:3

“Por tanto, he dicho á los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre”

— Levítico 17:12

“Solamente que te esfuerces á no comer sangre: porque la sangre es el alma; no has de comer el alma juntamente con su carne”

— Deuteronomio 12:23

“Salvo que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua”

— Deuteronomio 12:16

“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados”

— Mateo 26:28

“Porque ellos derramaron la sangre de los santos de los profetas, también tú les has dado á beber sangre; pues lo merecen”

— Apocalipsis 16:6

“Ellos le han vencido por la sangre del Cordero, por la palabra de su testimonio; no han amado sus vidas hasta la muerte”

— Apocalipsis 12:11

“Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión entre nosotros, la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”

— 1 Juan 1:7

“Tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, el agua, la sangre: estos tres concuerdan en uno”

— 1 Juan 5:8

“Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos”

— Juan 15:13

“Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”

— Romanos 5:9