28+Versículos de la Biblia Uniformes

“Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia”

— Colosenses 3:12

“Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos”

— 1 Timoteo 2:9

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

— Juan 3:16

“Toda Escritura es inspirada divinamente útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia”

— 2 Timoteo 3:16

“Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad”

— 2 Timoteo 3:2

“El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, atavío de oro, ni en compostura de ropas”

— 1 Pedro 3:3

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”

— Efesios 6:11

“No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es á Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”

— Deuteronomio 22:5

“Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente en un mismo parecer”

— 1 Corintios 1:10

“Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar”

— 1 Timoteo 3:2

“LA revelación de Jesucristo, que Dios le dió, para manifestar á sus siervos las cosas que deben suceder presto; la declaró, enviándo la por su ángel á Juan su siervo”

— Apocalipsis 1:1

“Yo les doy vida eterna no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano”

— Juan 10:28

“EN el principio crió Dios los cielos la tierra”

— Génesis 1:1

“Respondió Jesús, díjole: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios”

— Juan 3:3

“Así que, Pedro era guardado en la cárcel; la iglesia hacía sin cesar oración á Dios por él”

— Hechos 12:5

“Dijo Dios: Sea la luz: fué la luz”

— Génesis 1:3

“No verás el asno de tu hermano, ó su buey, caídos en el camino, te esconderás de ellos: con él has de procurar levantarlos”

— Deuteronomio 22:4

“Gracias doy á mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús”

— 1 Corintios 1:4

“La tierra estaba desordenada vacía, las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas”

— Génesis 1:2

“Respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; el que tiene qué comer, haga lo mismo”

— Lucas 3:11

“La mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos”

— Génesis 3:2

“Jehová Dios hizo al hombre á su mujer túnicas de pieles, vistiólos”

— Génesis 3:21

“Sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados”

— Romanos 8:28

“Mis estatutos guardaréis. A tu animal no harás ayuntar para misturas; tu haza no sembrarás con mistura de semillas, no te pondrás vestidos con mezcla de diversas cosas”

— Levítico 19:19

“Después parió á su hermano Abel. fué Abel pastor de ovejas, Caín fué labrador de la tierra”

— Génesis 4:2

“Tomad el encabezamiento de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas”

— Números 1:2

“Será que, cuando os acercareis para combatir, llegaráse el sacerdote, hablará al pueblo”

— Deuteronomio 20:2

“Si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; cordón de tres dobleces no presto se rompe”

— Eclesiastés 4:12

“Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa”

— Mateo 6:2