48+Versículos de la Biblia Jesús calma la tormenta

“Hace parar la tempestad en sosiego, se apaciguan sus ondas”

— Salmos 107:29

“Él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos á la mar; fué grande bonanza”

— Mateo 8:26

“Á ellos dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?”

— Marcos 4:40

“Les dijo aquel día cuando fué tarde: Pasemos de la otra parte”

— Marcos 4:35

“Llegándose á él, le despertaron, diciendo: ­Maestro, Maestro, que perecemos! despertado él increpó al viento á la tempestad del agua; cesaron, fué hecha bonanza”

— Lucas 8:24

“La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

“Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo”

— Juan 16:33

“Inclinándose hacia ella, riñó á la fiebre; la fiebre la dejó; ella levantándose luego, les servía”

— Lucas 4:39

“Pero mientras ellos navegaban, él se durmió. sobrevino una tempestad de viento en el lago; henchían de agua, peligraban”

— Lucas 8:23

“Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman”

— Santiago 1:12

“Aconteció un día que él entró en un barco con sus discípulos, les dijo: Pasemos á la otra parte del lago. partieron”

— Lucas 8:22

“Todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos manda, le obedecen?”

— Marcos 1:27

“Aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; vinieron las aves del cielo, la tragaron”

— Marcos 4:4

“Algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios”

— Lucas 8:2

“Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes, Susana, otras muchas que le servían de sus haciendas”

— Lucas 8:3

“He aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía”

— Mateo 8:24

“Les enseñaba por parábolas muchas cosas, les decía en su doctrina”

— Marcos 4:2

“Abraham engendró á Isaac: é Isaac engendró á Jacob: Jacob engendró á Judas á sus hermanos”

— Mateo 1:2

“Lámpara es á mis pies tu palabra, lumbrera á mi camino”

— Salmos 119:105

“Les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros á su mies”

— Lucas 10:2

“Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; luego salió, porque no tenía la tierra profunda”

— Marcos 4:5

“Se levantó una grande tempestad de viento, echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se henchía”

— Marcos 4:37

“Si la hierba del campo que hoy es, mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe?”

— Mateo 6:30

“Extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. luego su lepra fué limpiada”

— Mateo 8:3

“Digan lo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo”

— Salmos 107:2

“Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas á nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, ofrece el presente que mandó Moisés, para testimonio á ellos”

— Mateo 8:4

“Les dijo: ¿Qué es de vuestra fe? atemorizados, se maravillaban, diciendo los unos á los otros: ¿Quién es éste, que aun á los vientos al agua manda, le obedecen?”

— Lucas 8:25

“Viendo Jesús muchas gentes alrededor de sí, mandó pasar á la otra parte del lago”

— Mateo 8:18

“Porque muchas veces había sido atado con grillos cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, los grillos desmenuzados; nadie le podía domar”

— Marcos 5:4

“Los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos la mar le obedecen?”

— Mateo 8:27

“Dile: Guarda, repósate; no temas, ni se enternezca tu corazón á causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín del Siro, del hijo de Remalías”

— Isaías 7:4

“Viendo una higuera cerca del camino, vino á ella, no halló nada en ella, sino hojas solamente, le dijo: Nunca más para siempre nazca de ti fruto. luego se secó la higuera”

— Mateo 21:19

“Jehová es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides”

— Deuteronomio 31:8

“Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío á mi mensajero delante de tu faz, Que apareje tu camino delante de ti”

— Marcos 1:2

“Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre”

— Salmos 23:3

“Llegado el sábado, comenzó á enseñar en la sinagoga; muchos oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿qué sabiduría es ésta que le es dada, tales maravillas que por sus manos son hechas?”

— Marcos 6:2

“Llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos”

— Mateo 8:25

“Si me fuere, os aparejare lugar, vendré otra vez, os tomaré á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis”

— Juan 14:3

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; el principado sobre su hombro: llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”

— Isaías 9:6

“Dijo Dios: Sea la luz: fué la luz”

— Génesis 1:3

“Temieron con gran temor, decían el uno al otro. ¿Quién es éste, que aun el viento la mar le obedecen?”

— Marcos 4:41

“Salido él del barco, luego le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo”

— Marcos 5:2

“ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven”

— Hebreos 11:1

“Entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron”

— Mateo 8:23

“He aquí un leproso vino, le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme”

— Mateo 8:2

“Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, de amor, de templanza”

— 2 Timoteo 1:7

“Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, le despertaron, le dicen: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?”

— Marcos 4:38

“Levantándose, increpó al viento, dijo á la mar: Calla, enmudece. cesó el viento, fué hecha grande bonanza”

— Marcos 4:39

“El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, el alboroto de las gentes”

— Salmos 65:7