Bienvenido a nuestro sitio dedicado a explorar los diferentes versículos y enseñanzas de la Biblia sobre Un nuevo día. Este es uno de los muchos mensajes bíblicos que desempeñan un papel importante en nuestras vidas.
Aquí encontrarás una colección de versículos bíblicos y pasajes relacionados que abordan directamente el tema de Un nuevo día, así como una variedad de textos asociados que profundizan en las diversas complejidades y matices de este tema.
Esperamos que encuentres la información aquí valiosa e inspiradora. Ahora, adentrémonos en los versículos de la Biblia para aprender más.
“Trayendo á la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, en tu madre Eunice; estoy cierto que en ti también”
— 2 Timoteo 1:5
“Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él”
— Juan 3:17
“Encomienda á Jehová tus obras, tus pensamientos serán afirmados”
— Proverbios 16:3
“Todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, no á los hombres”
— Colosenses 3:23
“Honra á tu padre á tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da”
— Deuteronomio 5:16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Si alguno no tiene cuidado de los suyos, mayormente de los de su casa, la fe negó, es peor que un infiel”
— 1 Timoteo 5:8
“Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo á los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios”
— 1 Pedro 4:10
“Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, de amor, de templanza”
— 2 Timoteo 1:7
“Honra á tu padre á tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”
— Éxodo 20:12
“He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros, clama; los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos”
— Santiago 5:4
“Los bendijo Dios; díjoles Dios: Fructificad multiplicad, henchid la tierra, sojuzgadla, señoread en los peces de la mar, en las aves de los cielos, en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”
— Génesis 1:28
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; el principado sobre su hombro: llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”
— Isaías 9:6
“Desea, nada alcanza el alma del perezoso: Mas el alma de los diligentes será engordada”
— Proverbios 13:4
“El que oprime al pobre para aumentarse él, que da al rico, ciertamente será pobre”
— Proverbios 22:16
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara lo guardase”
— Génesis 2:15
“Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia; Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza”
— Proverbios 21:5
“Tronará Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos”
— Job 37:5
“Seis días harás tus negocios, al séptimo día holgarás, á fin que descanse tu buey tu asno, tome refrigerio el hijo de tu sierva, el extranjero”
— Éxodo 23:12
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas á los que le piden?”
— Mateo 7:11
“El que da al pobre, no tendrá pobreza: Mas el que aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones”
— Proverbios 28:27
“Ay de vosotros, escribas Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta el eneldo el comino, dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio la misericordia la fe: esto era menester hacer, no dejar lo otro”
— Mateo 23:23
“Traed todos los diezmos al alfolí, haya alimento en mi casa; probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”
— Malaquías 3:10
“Mozo fuí, he envejecido, no he visto justo desamparado, Ni su simiente que mendigue pan”
— Salmos 37:25
“Llegarme he á vosotros á juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros; contra los que juran mentira, los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, del huérfano, los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”
— Malaquías 3:5
“Disminuiránse las riquezas de vanidad: Empero multiplicará el que allega con su mano”
— Proverbios 13:11
“Antes acuérdate de Jehová tu Dios: porque él te da el poder para hacer las riquezas, á fin de confirmar su pacto que juró á tus padres, como en este día”
— Deuteronomio 8:18
“El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar”
— Proverbios 21:25
“Cada uno temerá á su madre á su padre, mis sábados guardaréis: Yo Jehová vuestro Dios”
— Levítico 19:3
“Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, no dejes la enseñanza de tu madre”
— Proverbios 6:20
“EL peso falso abominación es á Jehová: Mas la pesa cabal le agrada”
— Proverbios 11:1
“Ay del que edifica su casa no en justicia, sus salas no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, no dándole el salario de su trabajo”
— Jeremías 22:13
“Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, no desprecies la dirección de tu madre”
— Proverbios 1:8
“El hombre de bien tiene misericordia presta; Gobierna sus cosas con juicio”
— Salmos 112:5
“El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos”
— Proverbios 17:22
“La mano negligente hace pobre: Mas la mano de los diligentes enriquece”
— Proverbios 10:4
“Oye á tu padre, á aquel que te engendró; cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies”
— Proverbios 23:22
“¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos”
— Isaías 1:11
“Por tanto, guárdate, guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: enseñarlas has á tus hijos, á los hijos de tus hijos”
— Deuteronomio 4:9
“Porque todos ellos nos ponían miedo, diciendo: Debilitaránse las manos de ellos en la obra, no será hecha. Esfuerza pues mis manos, oh Dios”
— Nehemías 6:9
“No oprimirás á tu prójimo, ni le robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana”
— Levítico 19:13
“Mejor es lo poco con justicia, Que la muchedumbre de frutos sin derecho”
— Proverbios 16:8
“Al que te pidiere, dale; al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses”
— Mateo 5:42
“Vosotros, amos, haced á ellos lo mismo, dejando las amenazas: sabiendo que el Señor de ellos vuestro está en los cielos, que no hay acepción de personas con él”
— Efesios 6:9
“HIJOS, obedeced en el Señor á vuestros padres; porque esto es justo”
— Efesios 6:1
“Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día”
— 2 Corintios 4:16
“AMOS, haced lo que es justo derecho con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos”
— Colosenses 4:1
“En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir”
— Hechos 20:35
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel: el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”
— Lucas 16:10
“El Dios de esperanza os llene de todo gozo paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo”
— Romanos 15:13
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Aquel Verbo fué hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Mas en gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin ha reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aun estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad”
— Filipenses 4:10