49+Versículos de la Biblia Cuando alguien muere

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

— Juan 3:16

“Limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; la muerte no será más; no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas”

— Apocalipsis 21:4

“El polvo se torne á la tierra, como era, el espíritu se vuelva á Dios que lo dió”

— Eclesiastés 12:7

“Que si vivimos, para el Señor vivimos; si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos”

— Romanos 14:8

“Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”

— Romanos 6:23

“Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; salvará á los contritos de espíritu”

— Salmos 34:18

“Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación”

— Mateo 5:4

“También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, se gozará vuestro corazón, nadie quitará de vosotros vuestro gozo”

— Juan 16:22

“Sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados”

— Romanos 8:28

“Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros”

— 1 Pedro 5:7

“La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

“Destruirá á la muerte para siempre; enjugará el Señor toda lágrima de todos los rostros: quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra: porque Jehová lo ha dicho”

— Isaías 25:8

“Por cuanto todos pecaron, están distituídos de la gloria de Dios”

— Romanos 3:23

“Porque para mí el vivir es Cristo, el morir es ganancia”

— Filipenses 1:21

“Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza”

— 1 Tesalonicenses 4:13

“Al Músico principal: de los hijos de Coré: Salmo sobre Alamoth. DIOS es nuestro amparo fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”

— Salmos 46:1

“Todo aquel que vive cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

— Juan 11:26

“Antes que te formase en el vientre te conocí, antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes”

— Jeremías 1:5

“De la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, después el juicio”

— Hebreos 9:27

“Porque si creemos que Jesús murió resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús”

— 1 Tesalonicenses 4:14

“Jehová, roca mía castillo mío, mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, el cuerno de mi salud, mi refugio”

— Salmos 18:2

“Alargó su mano al pobre, extendió sus manos al menesteroso”

— Proverbios 31:20

“Jesús dijo: Dejad á los niños, no les impidáis de venir á mí; porque de los tales es el reino de los cielos”

— Mateo 19:14

“Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados”

— 1 Corintios 15:22

“Mira que te mando que te esfuerces seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres”

— Josué 1:9

“Será Jehová refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia”

— Salmos 9:9

“Dícele Jesús: Yo soy la resurrección la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”

— Juan 11:25

“Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”

— Romanos 5:8

“Estad quietos, conoced que yo soy Dios: Ensalzado he de ser entre las gentes, ensalzado seré en la tierra”

— Salmos 46:10

“El ladrón no viene sino para hurtar, matar, destruir: yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”

— Juan 10:10

“Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó á él, oyóle”

— Salmos 22:24

“Bendito sea el Dios Padre del Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, el Dios de toda consolación”

— 2 Corintios 1:3

“No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios que te esfuerzo: siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

— Isaías 41:10

“Lloró Jesús”

— Juan 11:35

“Oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansarán de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen”

— Apocalipsis 14:13

“Si el hombre muriere, ¿volverá á vivir? Todos los días de mi edad esperaré, Hasta que venga mi mutación”

— Job 14:14

“Estimada es en los ojos de Jehová La muerte de sus santos”

— Salmos 116:15

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

— Filipenses 4:13

“Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido”

— Eclesiastés 9:5

“Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, á la mañana vendrá la alegría”

— Salmos 30:5

“Mas confiamos, más quisiéramos partir del cuerpo, estar presentes al Señor”

— 2 Corintios 5:8

“No temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma el cuerpo en el infierno”

— Mateo 10:28

“Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada”

— Romanos 8:18

“NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”

— Juan 14:1

“De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, por el pecado la muerte, la muerte así pasó á todos los hombres, pues que todos pecaron”

— Romanos 5:12

“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso”

— Lucas 23:43

“Mi carne mi corazón desfallecen: Mas la roca de mi corazón mi porción es Dios para siempre”

— Salmos 73:26

“Que no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehová, convertíos pues, viviréis”

— Ezequiel 18:32

“El sana á los quebrantados de corazón, liga sus heridas”

— Salmos 147:3

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara tu cayado me infundirán aliento”

— Salmos 23:4